Presentamos el informe “DEL 2020 AL 2023: CERRANDO EL CÍRCULO DE LA PANDEMIA DE LA COVID-19 EN ANDORRA”

  • Se presenta el segundo informe sobre cómo la Covid-19 ha afectado a Andorra y cuál ha sido la evolución estos últimos tres años.
  • Con la coordinación del Grupo de Sociología del ARI, Marta Alberch, la autora se ha centrado en diferentes ámbitos y ha trabajado con más de un centenar de indicadores para realizar un análisis de la situación actual para compararla con el año prepandémico.
  • Este trabajo se inició en 2021 por la inquietud de Reig Fundació por conocer de forma objetiva cómo la crisis causada por la pandemia de la Covid-19 había afectado al presente y al futuro de la clase trabajadora en Andorra.

San Julián de Loria, 6 de febrero de 2024. Hoy se ha presentado el estudio “DEL 2020 AL 2023: CERRANDO EL CÍRCULO DE LA PANDEMIA DE LA COVID-19 EN ANDORRA” de Andorra Investigación e Innovación. La autora es Marta Alberch Terrés, fundadora y directora de Andtropia y ha sido coordinado por Joan Mico, Director del Grupo de Sociología del ARI.

Tal y como declara Joan Mico, “los objetivos de este trabajo son evaluar cómo los riesgos de exclusión social, de vulnerabilidad y de pobreza se vieron afectados por la crisis y la pandemia en Andorra, conocer cuáles han sido los aspectos sociales y de derechos que se vio más afectados (educación, salud, alimentación, protección…), y analizar cómo se encuentran estos aspectos actualmente.”

Como explica la autora, en este informe, a tres años vista del inicio de la pandemia de la Covid-19, se ha querido recoger cuál es la situación en marzo de 2023 comparativamente en ese mes de marzo de 2020 donde todo empezó. ¿Y por qué a tres años vista? Porque según expertos e históricamente, éste es el período que una crisis puntual se considera finalizada y que la evolución de la sociedad en todos sus aspectos ya puede no estar afectada por la pandemia sino por otros factores que la influencien.

Tomando como punto de partida el estudio “LA COVID EN ANDORRA – SU INCIDENCIA EN LA ECONOMÍA DE LA CLASE TRABAJADORA” de Reig Fundació, presentado en enero de 2022, en esta edición se ha intentado tomar una foto de la situación socioeconómica, laboral, educativa y sanitaria en marzo de 2023 y dar respuesta a las hipótesis que se planteaban después de los primeros meses de pandemia.

Avui s’ha presentat l’estudi “DEL 2020 AL 2023: TANCANT EL CERCLE DE LA PANDÈMIA DE LA COVID-19 A ANDORRA” d’Andorra Recerca i Innovació. L’autora n’és la Marta Alberch Terrés, fundadora i directora d’Andtropia i ha estat coordinat pel Joan Mico, Director del Grup de Sociologia de l’ARI.

Como conclusión general, se puede afirmar que se han recuperado los niveles y cifras prepandémicas tanto a nivel macroeconómico como a nivel laboral y también a nivel educativo. A nivel demográfico, el crecimiento está superando los niveles de antes de la pandemia, especialmente por la llegada de nuevos residentes, pero no puede relacionarse directamente con la finalización de la crisis de la Covid-19 (a pesar de la tendencia global que los trabajadores ya no necesitan estar físicamente en su puesto de trabajo) y que estar comportando otros retos como el acceso a la vivienda o la suficiencia de recursos. Donde la preocupación es más evidente y no está clara que la recuperación haya sido para todos igual, es, primero a nivel social, donde no se han publicado datos sobre pobreza, por ejemplo, en los últimos dos años y se hace difícil hacer una diagnosis de la situación actual, y segundo a nivel de salud, especialmente los efectos y consecuencias que la crisis y las medidas que tuvieron que aplicarse para frenar su expansión, están teniendo en la salud mental, principalmente en los adolescentes .

Adjuntamos en anexo un resumen de las principales conclusiones de cada apartado.

Para acabar, los autores quieren agradecer la colaboración de todas las administraciones, entidades y personas que han participado y han hecho posible este estudio.

Puede descargar aquí elestudio completo y la presentación

ANEXO: PRINCIPALES CONCLUSIONES

En resumen, y para los seis apartados incluidos en el estudio, los puntos más destacados son los que se recogen a continuación.

En el ámbito demográfico, si bien el crecimiento de la población en 2020 fue de sólo el 1,3%, por debajo de que en los años anteriores, se ha sufrido un efecto rebote que está haciendo que el crecimiento en el año 2022 sea del doble, un 2,6% y en 2023 del 4,4% y por encima del 2% de media de los años pre-pandémicos. Este aumento también se ha notado en la población temporera que si la temporada 2020-2021 habían descendido un 74,4%, las temporadas siguientes, han crecido exponencialmente con un 247,9% y un 47,2%, respectivamente.

En cuanto a nacimientos, siguen a la baja y no se cumple la tendencia histórica de que después de una crisis, la natalidad aumenta. En cuanto a las defunciones, a pesar de la disminución drástica de las muertes causadas por la Covid-19, se detecta todavía un exceso de defunciones por encima de la media de los años pre-pandémicos. Las bodas y divorcios y separaciones aumentaron en 2021 pero han vuelto a los niveles de los años anteriores a 2020.

En el ámbito económico, y empezando con los datos macroeconómicos, se puede afirmar que la recuperación del PIB ha sido muy rápida y por encima de los países de nuestro alrededor y de las medias de la zona Euro y la mundial, seguramente propiciada por la vuelta a la normalidad del sector turístico y el crecimiento del sector de la construcción. Sin embargo, esto ha ido acompañado de un período con una inflación muy elevada, especialmente de los grupos básicos como la alimentación, también por encima de los países vecinos y de las previsiones, que está provocando un aumento considerable del coste de la vida, con consecuencias en la economía familiar, en particular de aquéllas en situación de vulnerabilidad.

En referencia al sector turístico, en 2022 se recibió un 2,3% más de entradas de visitantes respecto a 2019, con un incremento de los turistas, que pernoctan, y que se les presupone un mayor impacto económico en el país.

Algunos indicadores sobre la economía familiar, con datos de 2021, nos indican que si bien el gasto familiar por hogar está por encima del de 2019 y 2020, si se descuenta la inflación se situaría por debajo, lo que vendría a decir que las familias, en promedio, no pueden gastar tanto como antes de la pandemia. Por grupos de gasto, aquél de la Vivienda, agua, gas, electricidad y otros combustibles ha pasado de representar el 38,7% en 2019 al 40,5% en 2021 para las familias del quintil inferior. Y se empieza a detectar una ligera tendencia al alza de los incumplimientos de pago a los préstamos concedidos a hogares y particulares a seguir por si es consecuencia de la precariedad laboral o el incremento de los gastos familiares básicos.

Además, se confirma que el precio del alquiler medio que aumentó un 12,8% de 2022 a 2023, lo hace por encima de los salarios: el mínimo subió un 11,1%, el medio, un 9,0% y el medio, un 7,61 TP3T. Y también ha aumentado la presión a las familias que están pagando una hipoteca: la cuota media se ha incrementado un 24,0% de un año para otro debido a la evolución al alza de los tipos de interés para intentar frenar la inflación.

En el ámbito laboral, la nueva figura de Suspensión Temporal del Contrato de Trabajo fue clave para amortiguar los efectos que las medidas para contener la expansión de la Covid-19 pudieron causar en el tejido laboral del país. Las STCT se iniciaron en mayo de 2020 y se alargaron hasta febrero de 2022 (aunque con cifras muy bajas por debajo de 80 desde julio de 2021).

A nivel de asalariados, a pesar de las disminuciones en los meses posteriores al inicio de la pandemia ya altibajos dependiendo de las medidas aplicables en cada momento, la tendencia ha sido al alza y se han alcanzado las cifras más elevadas con un 6,5% más de asalariados entre marzo de 2020 y el de 2023. Y en cuanto a los salarios, el mínimo se ha incrementado un 18,7% de 2020 a 2023, el mediano, un 14,2% de marzo de 2020 al mismo mes de 2023 y el medio, un 17,1% en el mismo período. En marzo de 2023, el 37,2% de las personas asalariadas están por encima del salario medio y el resto, el 62,8%, cobrarían por debajo, aunque esta situación ha mejorado respecto a 2020 porque ahora ya no hay personas en STCT. Clasificados por quintiles, un 55,1% de los trabajadores se encuentran en los quintiles inferiores I, II y III y el resto en los dos quintiles superiores y destaca, sin embargo, que los asalariados del quintil I representaban un 7,0% en 2020 y marzo de 2023, representarían el 7,5%, que serían el 36% y el 3,9%, respectivamente, sobre la población registrada. Estas cifras indicarían un posible aumento de la precariedad.

Este 2023 se está en los niveles más bajos de personas que cobran la prestación por desempleo involuntarios (con sólo 16 prestaciones en marzo de 2023) situándose en mínimos históricos. La misma evolución han tenido los demandantes de trabajo situándose por debajo de las cifras prepandémicas. En cambio, los puestos ofertados se encuentran muy por encima del número de marzo de 2020, de 812 a 1.630 de marzo de 2020 a marzo de 2023, pero destaca que los puestos de trabajo más ofertados son aquellos más precarizados y con los salarios medios habitualmente más bajos.

En el ámbito de la salud, y una vez decretado el fin de la emergencia sanitaria causada por la pandemia de Covid-19 (el 5 de mayo de 2023 por parte del ONS y el 18 de octubre de 2023 por parte del Gobierno de Andorra), cabe mencionar que la actividad asistencial, quirúrgica y médica del hospital ha devuelto a niveles prepandémicos sin observar cambios significativos. Donde sí se han notado efectos importantes y dónde habrá que invertir recursos, es en la salud mental. Se han incrementado exponencialmente las visitas y adolescentes atendidos a los servicios de salud mental y los profesionales de este servicio ya lo atribuyen a las consecuencias de la pandemia. Y según el Observatorio del ARI del 1r semestre de 2023, se han incrementado las personas que contestan afirmativamente a si están siguiendo un tratamiento psicológico destacando que un 3,6% lo hace por trastornos adictivos (tanto de sustancias como comportamentales) cuando en 2021 era de un 2,6% y vendría a confirmar la tendencia global de que estos trastornos irían en aumento después de la pandemia. Además, el gasto total medio familiar en el grupo de Bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos, con datos de 2021, se había incrementado en un 11,7%.

En el ámbito social, se ha realizado un análisis parcial ya que no se han publicado las Encuestas de Condiciones de Vida del año 2021 ni del 2022 y esto no nos permite conocer cuál es la situación socioeconómica real en Andorra por no disponer datos sobre pobreza o privación material, por ejemplo. Tomando como base los Observatorios del ARI de 2018 y 2023, se observa que hay más familias que no pueden mantener su casa a una temperatura adecuada y se mantienen las que afirman que no pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días o hacer un gasto imprevisto. Ahora bien, la situación empeora y mucho en algunos colectivos, especialmente entre aquellos que se encuentran de baja laboral o en paro. Y teniendo en cuenta las campañas anuales contra la precariedad energética, los colectivos que reciben el 84% de las ayudas otorgadas corresponden a familias unipersonales y monoparentales, demostrando la vulnerabilidad de estos hogares.

Por otro lado, remarcar que las ayudas sociales van en aumento, lo que denotaría que más personas las necesitan. Aunque en 2022, en términos globales, se están otorgando menos que en 2020 y 2021, años que las ayudas se reforzaron por la crisis de la pandemia, siguen siendo superiores que en 2019. Se incrementan particularmente las ayudas por la vivienda, las pensiones de solidaridad para las personas mayores y las tarjetas de prepago así como las de personas con discapacidad. Según nuestras estimaciones, un 10,11 TP3T de la población podría estar recibiendo algún tipo de ayuda.

En el ámbito educativo, remarcó que el curso 2022-2023 fue el que marcó el retorno a la normalidad, sin ninguna de las restricciones que se habían tenido que aplicar desde finales del curso 2019-2020. No ha habido una variación a destacar en el número total de alumnos estos últimos cursos manteniéndose en torno a los 11.000. Las universidades han visto aumentados a sus alumnos por la llegada al país de nuevas instituciones educativas pero que focalizan sus estudios en modalidad telemática y no presencial. A nivel de estudios de la rama de salud y bienestar, no se ha producido un aumento de alumnos, sino todo lo contrario, como se había llegado a suponer durante la pandemia.

En cuanto a las guarderías y actividades extraescolar organizadas por los Comunes o AINA, también han recuperado tanto las plazas ofertadas como los niveles de ocupación de antes de la pandemia y se ha observado un incremento de las exoneraciones en los años 2021 y 2022 y con un inicio de reducción este 2023.

Con perspectiva de género, se ha normalizado el componente de género de las defunciones, ya que Covid provocó más muertes entre los hombres que en las mujeres. Por lo que se refiere a los temporeros, si históricamente ya llegaban más hombres que mujeres, en una proporción del 55%/45%, la temporada 2020-2021 se incrementó a un 59% de hombres, aunque las mujeres en las temporadas posteriores han llegado en un porcentaje mayor que los hombres. 

En el ámbito laboral, la brecha salarial en el salario medio sigue elevada aunque se ha reducido muy ligeramente pasando al 22,8% en marzo de 2023 respecto al 23,5% de marzo de 2020, aunque varía mucho según el sector económico (desde un 47% a una diferencia positiva del 8%). Cuando se analizan los incrementos de los salarios medios por sector y género, aquellos con los mayores incrementos la diferencia sigue siendo a favor de los hombres (con incrementos que van del 35,9% al 15,4% frente al 22,1% al 6,2% de las mujeres). Además, de los asalariados que se han incorporado el mercado laboral desde 2020, el 42,1% son mujeres y han perdido peso sobre el total (del 48,5% en 2020 al 48,0% en 2023).

Durante la pandemia, las mujeres fueron las que más prestaciones por desempleo involuntario, en un 54,4%, solicitaron pero en marzo de 2023, los beneficiarios están en un 56,3% hombres.

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